jueves, 15 de enero de 2009

inocencia





Los adultos realmente no saben lo increíblemente genial que es ser un niño. Muchos añoran el no tener responsabilidades y vivir una vida sencilla y cómoda. Pero no se dan cuenta de que el hecho de ser niño significa mucho más.
Significa no tener muros ni barreras en tú imaginación, ya que no eres consciente de la realidad que todos conocen. Los niños viven sumergidos en un mundo que ellos mismos han creado. Si un niño cree que las nubes están hechas de algodón, lo estarán. Si piensan que el sol y la luna son amantes, lo serán. Si opinan que sus profesores son los mas crueles villanos, lo serán. Y es porque su entendimiento se basa únicamente en lo que sienten y ven. Es lo más parecido a una utopía, donde las leyes y la lógica quedan atrás.
Las emociones son mucho mas intensas, algo que los adultos no pueden evitar anhelar. Porque en cuanto no hay emoción ni ilusión por las cosas. Todo se vuelve gris y aburrido. Son los niños los que pueden romper a llorar desconsolados si un amigo le quita un caramelo. Y estallar en carcajadas al escuchar cualquier cosa absurda. Son los que en la noche de reyes les es imposible dormir. Y los que con una caja de ceras de colores y un par de hojas les aseguran la diversión de una tarde entera.
Tienen todas las posibilidades ante ellos, representan la virtud, la inocencia, la creatividad. Son la luz del mundo, la esperanza.

Y es que… ¿Hay algo más hermoso que la sonrisa de un niño?